El presidente Bernardo Arévalo, en su discurso en el hemiciclo parlamentario, destacó que es importante seguir construyendo una democracia sin corrupción en el país por una verdadera independencia.
La verdadera independencia se construye luchando cada día por una democracia libre de corrupción. Hoy, como hace 203 años, los guatemaltecos estamos llamados a velar por la verdadera independencia de nuestros pueblos y romper esos esquemas de abusos.
Resaltó que la mejor forma de hacerlo es sabiendo escuchar ese grito y anhelo de libertad que dio nuestro pueblo.
Una independencia que debe ser construida
En su mensaje, el mandatario resaltó que la belleza y la solemnidad de la independencia es la idea de una independencia continua, una independencia viva. De una independencia que, necesariamente, debe construirse día a día.
Una independencia permanente nos permite recuperar todos los momentos de nuestra historia en la que los pueblos se han enfrentado con valentía al yugo de un opresor. A veces perdiendo, otras ganando, pero siempre luchando en nombre de la libertad, en nombre de lo nuestro, en favor del futuro y de la vida, de nuestra vida.
En su alocución, el gobernante resaltó la convicción en las luchas que Sinacán lideró, resistiendo por décadas a la conquista española, al frente de un pueblo cakchiquel libre.
Fue viva y latente en el movimiento indígena liderado por Atanasio Tzul y Lucas Aguilar, que por 29 días gobernó Totonicapán, libre del yugo de una autoridad en decadencia.
Asimismo, resaltó lo que vivimos de nuevo en nuestros próceres, Gálvez, Molina, Del Valle y Tot, que interpretaron de forma impecable los tiempos de libertad que corrían en nuestra región y decidieron dar el paso hacia la independencia que nos constituye, que nos da un nombre, Guatemala, y una estructura, la de república.
Democracia
El presidente Arévalo también resaltó lo que se vivió en la Revolución de 1944, nuestra revolución. Una revolución que nos sacó de la dictadura, nos liberó del trabajo forzado y la esclavitud para traernos libertad, derechos y sobre todo un camino trazado hacia la felicidad. Una revolución valiente, una revolución viva.
Y vimos de nuevo esa valentía viva en 2023, cuando junto a los pueblos defendimos con valor nuestra democracia, defendimos con el cuerpo nuestra república, defendimos con el alma nuestra libertad.
La independencia no es solo un símbolo de nuestras luchas. La independencia no es una palabra vacía. La independencia es la lucha cotidiana, viva y permanente por la defensa de nuestra libertad, indicó.
Un proceso continuo que en cada momento de nuestra historia se ha revestido de formas distintas.
Resaltó que la independencia no es solo un símbolo de nuestras luchas. La independencia no es una palabra vacía. La independencia es la lucha cotidiana, viva y permanente por la defensa de nuestra libertad. Un proceso continuo que en cada momento de nuestra historia se ha revestido de formas distintas.
Brenda Larios
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