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Frente al pueblo guatemalteco, el presidente de la República, Bernardo Arévalo, dio su discurso con motivo de la celebración de los 203 años de independencia patria.
El emotivo mensaje del Presidente se centró en recordar la lucha del pueblo por ser libre y vivir en democracia. Inició expresando que la historia de Guatemala es la historia de su gente, que ha estado llena de alegría y esperanza, pero que también ha pasado por momentos duros.
En la primera parte de su alocución hizo un llamado al pueblo a aspirar a un futuro diferente, sin importar de dónde venimos pero con claridad de saber hacia dónde vamos. Centrados en construir un país donde reine la democracia y la paz, donde no haya marginación y solo exista la prosperidad.
El quetzal ha despertado para vivir libre
En los últimos años, el país ha estado envuelto en una lucha por librarse de actores que han hecho del poder que el pueblo les confió un elemento para el bienestar propio y no para beneficio de los guatemaltecos, explicó. De esa cuenta, el Presidente exaltó las acciones del pueblo, que ha resistido para cambiar la historia.
Hemos levantado nuestras banderas para recordarle a quien tenga que saberlo que, en nuestras diferencias, en nuestra diversidad, esta nación sabe identificar al verdadero enemigo: la corrupción, el abuso de poder, el empeño de una minoría resistente que no sabe, no se ha dado cuenta, que la marea de la historia ha cambiado. Que la avalancha de nuestro pueblo es incontenible. Que el quetzal ha despertado, y que solo conoce una forma de vivir: libre.
Con esto, también reconoció el compromiso asumido, que a pesar de las dificultades se mantiene firme y que se vuelve más fuerte cada vez que el pueblo alza la voz para denunciar y defender su democracia.
Nuestra independencia solo tiene sentido si juntos, unidos como pueblo, escribimos esa historia.
Un pueblo unido
Arévalo también destacó la importancia de vivir en unidad para hacer frente a los distintos retos y desafíos para alcanzar el desarrollo.
También dijo que todos juntos, como pueblo, deben actuar para recuperar aquellas cosas que la minoría corrupta les ha arrebatado, asimismo, que la unidad es el único camino para recuperar el sistema de justicia en el país.
Para finalizar, el presidente Arévalo dijo, con voz firme y fuerte:
¡Que viva el 15 de septiembre! ¡Que vivan los cuatro pueblos! ¡Que viva la nación guatemalteca! ¡Que viva la esperanza por el futuro! ¡Que viva Guatemala!
Yuliza Muñoz
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